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Información institucional

Presentación

El Eixo Atlántico se enmarca en la tradición europea de cooperación entre ciudades y regiones, promoviendo la integración, el desarrollo sostenible y la cohesión territorial del noroeste peninsular. Esta entidad surge del convencimiento de que el futuro de Europa se construye desde las ciudades, a través de la colaboración y el intercambio de experiencias.


Historia

El proceso de cooperación intermunicipal tiene sus raíces en la evolución del proyecto europeo, que ha fomentado desde sus inicios los vínculos entre los pueblos y sus representantes locales.


Estatutos

La constitución del Eixo Atlántico se fundamentó legalmente en el Convenio Marco sobre cooperación transfronteriza entre Comunidades o autoridades territoriales, publicado en el D.O.C.E. el 16 de octubre de 1990 y que entró en vigor el 25 de noviembre del mismo año. Este Convenio Marco establece las condiciones para la creación de asociaciones transfronterizas de derecho privado.

Los estatutos del Eixo Atlántico definen su estructura, objetivos y funcionamiento, orientados a fortalecer la cooperación transfronteriza entre Galicia y el Norte de Portugal, impulsando políticas conjuntas en ámbitos como la movilidad, la economía, la cultura y la sostenibilidad.

pdf Estatutos

Tratado de Roma

En el preámbulo del Tratado de Roma (1957) se destaca la voluntad de los Estados miembros de sentar las bases de una unión cada vez más estrecha entre los pueblos europeos.
Desde entonces, la Unión Europea ha fomentado las relaciones entre ciudades y regiones como una vía esencial para construir una Europa más cohesionada y cercana a la ciudadanía.

En 1984, el Consejo Europeo reunido en Fontainebleau encargó al Comité Adonnino la elaboración de medidas para fortalecer la identidad europea. El informe resultante subrayó la importancia de la cooperación entre ciudades como elemento clave en el proceso de construcción europea.

Europa se edifica, así, desde las ciudades, que actúan como motor y reflejo de la integración continental.


Conferencia de Ciudades

En 1986 se celebró la Conferencia de Ciudades Europeas, bajo el lema “Las ciudades, motores del desarrollo económico”. De esta reunión nació el movimiento de las Eurociudades, constituido formalmente en 1989, que hoy reúne a decenas de importantes urbes europeas comprometidas con el desarrollo urbano sostenible y la cooperación internacional.


Mercado Único

La entrada en vigor del Mercado Único Europeo en 1993 generó una nueva dinámica de relaciones y oportunidades. Cada vez más personas y gobiernos locales comprendieron que el futuro no puede abordarse de forma aislada, sino mediante la cooperación transfronteriza y el trabajo conjunto con los territorios vecinos.

Los hermanamientos entre ciudades representaron la primera fase de esta cooperación, impulsados por organizaciones como el Consejo de Regiones y Municipios de Europa (CMRE) y la Federación Mundial de Ciudades Hermanadas.


Comité de las Regiones

Con la creación del Comité de las Regiones en 1993 (Tratado de Maastricht), la Unión Europea reconoció institucionalmente el papel de los gobiernos locales y regionales en el entramado comunitario.
Las ciudades pasaron así a ser protagonistas económicos y sociales de la integración europea, definidas por Jacques Delors como “la fuerza de choque de Europa”.


Redes de Ciudades

Desde mediados de los años 80, las redes de ciudades han experimentado un crecimiento notable, consolidándose como una herramienta estratégica para la cooperación local.
Sus objetivos principales incluyen:

  • La creación de estructuras de representación y defensa conjunta ante terceros.

  • La consolidación de espacios territoriales, económicos y políticos compartidos.

  • El aprovechamiento de economías de escala y de aglomeración.

  • El impulso de infraestructuras, innovación y desarrollo tecnológico.

  • La proyección internacional de las ciudades a través del intercambio de información y experiencias.

En este contexto, el Eixo Atlántico se consolida como una red pionera en la cooperación transfronteriza ibérica, ejemplo del compromiso local con la construcción europea.


Historia

La fundación: la Declaración de Porto (1 de abril de 1992)

“La aplicación y entrada en vigor del Acta Única Europea a partir del 1 de enero de 1993, así como el desarrollo de las medidas adoptadas en el Tratado de Maastricht, requieren la urgente adopción de medidas políticas que permitan asegurar el papel de las ciudades en la construcción de la Europa unida.” Esta fue la declaración de inicio recogida en la Declaración de Porto (1 de abril de 1992), el documento fundacional del Eixo Atlántico.

En efecto, el proceso de integración europea experimentó un impulso notable entre la entrada en vigor del Acta Única (1987) y el Tratado de Maastricht (1993).

El contexto territorial

El territorio que abarca el Norte de Portugal y Galicia no permanecía ajeno a estos cambios.

El 1 de enero de 1993 se marcó como inicio del mercado único europeo, suponiendo tanto una gran oportunidad (con la eliminación de barreras fronterizas) como una amenaza: el riesgo de quedar excluidos de la llamada “banana azul”, el espacio económico comprendido entre Londres, París, Milán y Frankfurt.

El principio de subsidiariedad, que pone en valor que la administración más próxima al ciudadano asuma competencias, abrió un nuevo papel para los actores regionales y locales.

Además, el Tratado de Maastricht creó el Comité de las Regiones como órgano consultivo para escuchar las inquietudes regionales. La idea de la “Europa de las regiones” tomaba forma, así como la noción de la “Europa hanseática”, es decir, la Europa de las ciudades-región. Durante los años ochenta y noventa, la Comisión Europea reforzaba el papel de las entidades locales y regionales como interlocutoras en el proceso de integración.

Los inicios del Eixo Atlántico

Galicia y el Norte de Portugal se situaban a la vanguardia de ese proceso de integración europea. En octubre de 1991 nació la Comunidade de Traballo Galicia‑Norte de Portugal, la primera entidad transfronteriza hispano‑lusa, y en abril de 1992 se constituía el Eixo Atlántico do Noroeste Peninsular: una asociación de municipios urbanos transfronterizos, llamada a desempeñar un papel destacado en el futuro.

La idea original se debe al que en aquel momento era alcalde de Porto, con apoyo del alcalde de Vigo, con un objetivo claro: construir un mercado único también entre nosotros. La Declaración de Porto subrayaba: “es condición indispensable la superación de las barreras físicas mediante infraestructuras públicas que permitan vertebrar un mercado único transfronterizo.” Además, se hacía hincapié en que los fondos comunitarios —como el paquete Delors II— se orientasen prioritariamente a regiones urbanas transfronterizas.

La prensa de la época presentaba el Eixo como “la contraparte socialdemócrata” de la Comunidade de Traballo —por razones de color político—, pero esto era una visión reducida: aunque muchas ciudades fundadoras estaban presididas por alcaldes socialistas, un tercio de ellas tenían alcaldes conservadores; y la propia Declaración subrayaba la voluntad de diálogo y acuerdo con todas las instituciones: Xunta de Galicia, Gobierno de Portugal, Gobierno de España. Las 12 ciudades fundadoras —Ourense, Ferrol, A Coruña, Santiago, Pontevedra, Vigo, Porto, Braga, Bragança, Chaves, Viana‑do‑Castelo y Vila Real— suscribían la Declaración: “Comenzamos desde hoy mismo a trabajar para que Galicia y el Norte de Portugal sean partícipes de las nuevas centralidades europeas, para que nuestras ciudades sean centros de la periferia y dejemos de ser la periferia del centro”.


La etapa fundacional (1992‑1999)

Desde aquel 1 de abril de 1992, el Eixo recorrió un largo camino que podemos estructurar en tres fases. La primera, sin duda decisiva, fue la etapa fundacional (1992‑1999), bajo las presidencias de las dos ciudades impulsoras: Porto y Vigo.

Organizativamente, la asociación, regulada por los estatutos de 1992, contemplaba una Asamblea (tres miembros por ciudad) y una Comisión Ejecutiva (un miembro). La novedad radicaba en la Presidencia y Vicepresidencia: el presidente era cooptado por la Ejecutiva con un mandato de dos años —prorrogable por otros dos— y luego por períodos anuales indefinidos. Esto rompía con el tradicional principio de rotación nacional en las estructuras europeas de cooperación.

Entre 1995 y 1997 se integraron nuevas ciudades gallegas (Vilagarcía de Arousa, Monforte de Lemos) y portuguesas (Vila Nova de Gaia, Guimarães, Peso da Régua). En 1997, los estatutos fueron modificados para aclarar competencias y composición de los órganos: la Asamblea pasaba a estar formada solo por los alcaldes; la Comisión Ejecutiva ampliaba poderes de representación y firma de acuerdos, y se reducía a seis alcaldes —de los cuales dos eran las ciudades fundadoras (Porto y Vigo).

Esta etapa fundacional dotó a la asociación de sedes permanentes en Porto y Vigo, y estableció el primer personal fijo en 1995, incluyendo una antena en Bruselas en convenio con la Fundación Galicia‑Europa. En el mismo año se crearon las primeras Comisiones Delegadas, y se inició actividad institucional hacia los gobiernos de Madrid, Lisboa y Bruselas.

Entre las principales realizaciones de esta etapa destacan:

  • El primer Estudo Estratéxico do Eixo Atlántico, promovido en 1993, que caracterizó el perfil de las ciudades miembros, identificó carencias y propuso acciones temáticas de cooperación.

  • El primer Congreso del Eixo en 1996, con presencia política relevante, como foro para difundir las conclusiones del estudio.

  • La apuesta por visibilidad social y cultural: los Xogos do Eixo Atlántico, la Regata do Eixo Atlántico, la Bienal de Pintura, el Premio de Narrativa, y publicaciones sobre Historia y Geografía de la Eurorrexión.

  • La presentación de candidaturas a programas comunitarios de cooperación transfronteriza, con éxito en iniciativas como el Observatorio Urbano y el proyecto Millennium.


La etapa de consolidación (2000‑2006)

Un momento clave fue la modificación estatutaria de 2002, que reforzó la Secretaría Xeral como órgano gestor, de representación y firma de contratos, e implantó coordinadoras en las sedes de Porto y Vigo.

Operativamente, destacaron:

  • La integración formal del Eixo en la estructura de la Comunidade de Traballo como Comisión especial (2000).

  • La constitución de la Fundación Centro de Estudos Eurorrexionais (CEER) en diciembre de 2002, primera entidad con personalidad jurídica que integra a las seis universidades públicas de la Eurorrexión, concebida como vivero para proyectos europeos y estudios compartidos.

  • En 2004, junto con la Comunidade de Traballo, se programó la exposición «Dúas rexións, unha eurorrexión», que recorrió las 18 ciudades miembro.

  • La apuesta por el conocimiento: en 2000 se publicó el Mapa de Infraestruturas da Eurorrexión Galicia‑Norte de Portugal, que mostraba, entre otras, la reivindicación de un corredor interior Peso da Régua‑Lugo y de un corredor ferroviario de Alta Velocidad Porto‑A Coruña.

  • La elaboración, en 2005, de los Segundos Estudos Estratéxicos con aportes de 58 investigadores, que hicieron hincapié en el policentrismo, gobernanza ciudadana, movilidad, industrias culturales, formación, TIC y planificación territorial. Esa hoja de ruta fue recogida en la «Axenda Estratéxica do Eixo 2007‑2013».

  • A finales de 2006 nació el Servizo de Estudos do Eixo Atlántico, como continuidad de esta apuesta inteligente.

  • Además, la consolidación también se tradujo en candidaturas ganadoras en programas europeos: Accions Innovadoras art. 10 FEDER, RECITE, Urban‑Interreg A, POCTEP, Interreg B Espazo Atlántico, Interreg C (Interregional Europeo).


La etapa de proyección internacional (2007‑2010)

Como preludio de su proyección internacional —y en beneficio de la Eurorrexión Galicia‑Norte de Portugal— el Eixo Atlántico estableció una fuerte ampliación de las ciudades miembro: de 18 a 28 en 2007 (incorporando ciudades portuguesas como Barcelos, Mirandela, Vila do Conde, Matosinhos, y gallegas como Viveiro, O Barco de Valdeorras, Lalín, Verín, Carballo). En 2008 se pasó de 28 a 34 con la entrada de Lamego, Penafiel, Macedo dos Cabaleiros, Ribeira, Sarria y O Carballiño.

La «Axenda Estratéxica do Eixo Atlántico» definió siete ideas clave, entre las que destacan: gobernanza y partenariado de dimensión peninsular y europea; modelo territorial

equilibrado; movilidad comodal y sostenible; ciudades con mayor centralidad.

Hitos de esta etapa fueron:

  • Organización de workshops en las ediciones de 2007, 2008 y 2009 de los Open Days europeos.

  • Miembro fundador de Euromot en Lille en 2007, red de ciudades europeas.

  • El Servizo de Estudos do Eixo ganó el Cross border Award Seal of Papenburg 2008.

  • El Eixo impulsó y gestiona la secretaría de la Rede Ibérica de Entidades Transfronteirizas (RIET).

  • En 2010, presidió, a través del alcalde de Santiago de Compostela, la Conference of European Cross‑border and Interregional Cities Networks (CECICN).

En el ámbito territorial, destacan iniciativas como la Eurocidade Chaves‑Verín (2007) y la creación de la Axencia de Ecoloxía Urbana con sede en Vila Real (2009), primera iniciativa transfronteriza de carácter urbano-ambiental en Europa. Este horizonte llevó a la reflexión sobre ciudades sostenibles, movilidad, y planificación previa del territorio.


Conclusión

Desde su fundación en 1992 hasta hoy, el Eixo Atlántico se ha consolidado como una iniciativa pionera de cooperación transfronteriza entre Galicia y el Norte de Portugal. Su recorrido —desde la etapa fundacional, pasando por la consolidación y proyección internacional— refleja una visión clara: mejorar la conectividad, fortalecer las ciudades, promover el desarrollo y situar a la Eurorrexión en el corazón de la Europa atlántica.