
La rentabilidad exigida en el mercado secundario -donde los inversores intercambian títulos comprados en subasta públicapor las obligaciones lusas a diez años se situaba ayer en el entorno del 3,62%, unas centésimas inferior a la registrada el pasado viernes.
La sesión de ayer fue la primera después del anuncio del Ejecutivo luso, realizado este domingo por el primer ministro, Pedro Passos Coelho, quien en una alocución al país defendió la salida "limpia" como la mejor solución.
La vía escogida permite a Portugal seguir los pasos de Irlanda, que optó por la misma medida el pasado mes de diciembre, apenas unos días antes de cerrar su programa de asistencia financiera.
Por su parte, el presidente del eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, consideró acertada la decisión que ha tomado Portugal, pero recordó a Lisboa que queda trabajo por hacer para mantener la confianza y modernizar la economía.
En opinión de Dijsselbloem, Portugal ha trabajado "mucho y duro" y ha sufrido mucho en el camino para salir del programa de rescate que solicitó hace tres años por 78.000 millones de euros, ya que todo ello les ha servido "para reforzar su economía".
Portugal se prepara ya para abrir una nueva etapa después de salir de su rescate en un ambiente de marcada crispación política, con un Gobierno abiertamente optimista y una oposición que alerta de que la austeridad está para quedarse.