Así se recoge en la declaración final de la XXVII Cumbre Ibérica, celebrada ayer en Vidago, en el norte de Portugal, en la que los responsables españoles y portugueses no se pronunciaron sobre el proceso de electrificación de la línea ferroviaria.
Un proyecto que cuenta con apoyo financiero comunitario y que estaba previsto terminar a finales de 2016 o principios de 2017 con el objetivo de reducir este viaje a noventa minutos frente a las dos horas y quince minutos actuales.
El Eixo Atlántico expresa en un comunicado su "mayor satisfacción" por los acuerdos adoptados en la Cumbre Ibérica, pues recoge sus "principales propuestas", específicamente en lo relativo a las conexiones ferroviarias.
Incide el Eixo en que las paradas en Viana do Castelo y Nine-Braga (con enlaces a Guimarães y Barcelos) van a suponer "una importantísima mejora" en el servicio público y un aumento en el número de usuarios.